Si bien es conocido como uno de los más importantes artistas plásticos argentinos, Xul Solar (1887-1963) desplegó su creatividad no exclusivamente a través de la pintura, sino también trabajando y profundizando en numerosasdisciplinas científicas, conocimientos esotéricos y dominios artísticos, entre los cuales la música ocupó un lugar privilegiado. Esta fue una compañía constante a lo largo de su vida. Desde joven se interesó por su estudio y, ya como artista, experimentó con el diseño de originales instrumentos y sistemas de notación musical. Sin embargo, la música no fue simplemente una vocación paralela en Xul sino que constituyó una influencia conceptual e iconográfica tan fuerte en su obra pictórica como para que la autora de este libro no considere al artista como un pintor interesado en la música, sino como un «músico visual». Acerca de las múltiples interrelaciones entre la música y la vida y la obra de Xul Solar se ha ocupado la musicóloga Cintia Cristiá. Un artículo suyo acerca de este tema fue premiado en el I Concurso Internacional Gourmet Musical de Investigación sobre música de Latinoamérica (2003), en tanto su contribución al catálogo de la exposición dedicada a este artista en el MALBA (2005) recibió el Premio Eleonora Traficante al ensayo del año, en el marco de los Premios a la Crítica 2005 entregados por la Asociación Argentina de Críticos de Arte.